domingo, 5 de agosto de 2007

Ventaja

Me pregunto que sientes cuando al verme buscas en mis ojos el reflejo de aquello que quieres que yo vea.
¿Es qué no te das cuenta? El poder que tienes es tan inestable ... tan solo unos metros de ventaja ...
Pero mi objetivo no es cruzar la meta, quizás por miedo... No a lo que haya del otro lado, si no, justamente a que de que del otro lado no haya nada.
Entonces dejo que corras, que cruces la línea de llegada, y te observo a la distancia para ver que pasa. Total tengo tiempo, y si el tiempo que tengo no alcanzara, no me importa; al menos mi viaje fue interesante.
Porque despojada de paredes cubiertas de espejos que me confirmen a cada paso quien soy, puedo andar descalza y despreocupada.

Solo puedo verme reflejada amorfa y distorsionada en la superficie del agua. Y entonces soy feliz, porque a pesar de que el viento sople y arrastre el agua y deforme mi rostro, me sigo reconociendo.
Por eso tan solo puedo complacerte y jugar este juego por un rato. Que creas que las reglas no tienen discusión simplemente porque las hayas inventado, es un pretexto ante una autoridad que se desvanece.
Puedo hablar de dolor porque caminé sobre espinas. Puedo hablar de llanto, porque me arrojé sobre la tumba cicatrizando mis heridas. Sé lo que es caerse porque llegué hasta aquí arrastrándome. Y aunque quise tomarme de tus tobillos para levantarme, preferiste pisarme los nudillos para poder observarme desde arriba mientras me retorcía.
Caminas marcha atrás por el camino angosto, el corto... por aquel que se llega más rápido. El mismo que eligió Caperucita y se la comió el lobo.

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