domingo, 13 de julio de 2008

Del amor al odio (o viceversa)

Discutimos, una vez más, una de tantas... Aquello que prometía ser la más apasionada de las veladas se quedó en intento. Me mordí la lengua, la misma con la que imaginé recorrer tu cuerpo y que ahora se rebelada contra mi cordura para evitar que mordaz, cruel y desenfadada evidenciara, a través de las palabras, todo el odio que intentaba contener dentro de mis puños cerrados.
Era uno de aquellos momentos en los que te odiaba tanto, uno de tantos...
(Continuará)

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